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para Contadores Uruguayos.

Un análisis de CPA Practice Advisor reveló que el burnout afecta prácticamente a toda la profesión contable. Este agotamiento se manifiesta en falta de energía, dificultades para concentrarse, irritabilidad y pérdida de motivación.

La raíz del problema es clara: sobrecarga combinada con sistemas operativos ineficientes y la percepción de que todo depende del contador. El burnout no solo es emocional: impacta directamente en la productividad, la calidad del servicio y la capacidad de crecer.

Según un estudio de Dext, estas tareas no solo consumen horas: drenan energía, atención y capacidad estratégica. La jornada se llena de microprocesos que no generan valor directo y que podrían automatizarse fácilmente.

El efecto acumulado es fuerte: menos horas facturables, menos foco en clientes, menos espacio para ofrecer servicios de mayor nivel y menos tiempo para profesionalizar el estudio. Además, estos procesos generan errores humanos, retrabajos y pérdida de información.

Es un problema estructural que limita el crecimiento de todo estudio contable que funciona de forma 100% manual.

El informe "State of Accounting Workflow & Automation 2025" expone que las ineficiencias significan procesos sin estandarizar, tareas sin responsable claro, información dispersa en Excel, WhatsApp, correos y carpetas, o fechas límite que se gestionan "de memoria".

Para estudios pequeños o contadores independientes, esto se traduce en preguntas diarias como "¿Quién estaba haciendo esto?" o "¿Ya me mandaste ese documento?". Estas ineficiencias generan desgaste, retrasos, ansiedad y la necesidad de "apagar incendios" constantemente.

No desaparecen solas: se acumulan con cada nuevo cliente y documento.